miércoles, 20 de abril de 2016

Cartel sobre el TDAH



Trastorno por déficit de atención con hiperactividad

La primera definición del TDAH la realizó G. Still , en 1902, quien describió a 43 niños que presentaban graves problemas en la atención sostenida y en la autorregulación, a los que atribuía un problema en el control moral de la conducta.
            Posteriormente en 1968, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, conocido por sus siglas en inglés como DSM-II lo incluyó como reacción hipercinética en la infancia y, años después, el DSMIII (1980) utilizó el término trastorno de déficit de atención hasta llegar al DSM-IV TR(2001) como trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
            El TDAH es un trastorno de inicio en la infancia que comprende un patrón persistente de conductas de desatención, hiperactividad e impulsividad. Se considera que el trastorno está presente cuando estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que es habitual según la edad y el desarrollo de la persona, y tales manifestaciones interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar o laboral, y en sus actividades cotidianas (DSM-IV-TR, 2001)
            Las repercusiones potenciales sobre el desarrollo personal y familiar del niño hacen que sea uno de los trastornos más investigados en los últimos años y es por ello la importancia  de saber identificar este tipo de trastorno y  conocer las consecuencias que implica.
Revisión de lecturas
            Por su parte la  guía de tratamiento para padres elaborado por American Academy  of Child and Adolescent, menciona que el TDAH puede inferir con el rendimiento del niño en la escuela y la capacidad de desarrollar y mantener relaciones sociales, porque considera al TDAH como una enfermedad neuroconductual que se caracteriza por una  inquietud excesiva, falta de atención, distracción e impulsividad, y que por lo general,  se detecta por primera vez cuando los niños  están en edad escolar, aunque también puede diagnosticarse en personas de todas las edades.
Es normal que muchos niños presenten altos niveles de actividad y les cueste prestar atención  durante periodos prolongados, pero los que padecen de TDAH, presentan hiperactividad y falta de atención excesivas que interfieren en su comportamiento cotidiano.
La mayoría de los casos de TDAH se diagnostican durante los primeros años escolares y los niños a quienes se les diagnostica presentan síntomas que afectan su  capacidad de comportarse como otros niños de la misma edad; esos síntomas deben durar al menos 6 meses para que se pueda diagnosticar el TDAH.
Hay tres subtipos de TDAH: el que está relacionado principalmente con la falta de  atención, el que está relacionado principalmente con la hiperactividad/impulsividad  y el que está relacionado con síntomas de ambos (llamado subtipo combinado).
El Instituto Nacional de Salud Mental, llevó a cabo  el estudio más profundo que se realizó para evaluar los tratamientos del TDAH y en ese estudio mostraron que el metilfenidato (un medicamento estimulante ampliamente usado para el tratamiento del TDAH) es efectivo para el tratamiento de los síntomas del TDAH, ya sea solo o en combinación con la terapia conductual; la investigación de esos estudios demuestra que, para la mayoría de los jóvenes que padecen TDAH, los medicamentos reducen drásticamente la hiperactividad, mejoran la atención y aumentan la capacidad para relacionarse con los demás.
Basándose en el  DSM-IV, la pediatra Inés Hidalgo considera al  TDAH como un importante problema de salud pública debido a varias razones: su alta prevalencia, el inicio en etapas precoces de la infancia, a ser un proceso incapacitante y crónico, a la afectación de las diferentes esferas comportamentales (familiar, escolar y social), y a su alta comorbilidad, por lo que sugiere que siempre deben investigarse otras patologías asociadas que conllevan un gran riesgo para el futuro del niño, como son trastornos del aprendizaje, problemas de conducta o trastornos emocionales y aunque la causa no está completamente aclarada, parece evidente que se trata de un trastorno multifactorial con una base neurobiológica y predisposición genética que interactúa con factores ambientales.
El DSM-IV (Manual de Diagnóstico Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría), describe 3 subtipos según los síntomas que estén presentes:
1.-  Subtipo con predominio inatento (cuando sólo hay inatención) entre el 20-30% de los casos. Los niños de esté  grupo tienen problemas para enfocar su atención, muestran una conducta social de mayor aislamiento y pueden presentar síntomas de depresión y ansiedad al tener  problemas no solo en el aprendizaje sino también en cumplir con tareas dentro y fuera de la escuela por no atender las instrucciones que se les indica.
2.- Subtipo con predominio hiperactivo-impulsivo (cuando sólo hay hiperactividad e impulsividad) del 10-15%, en este sentido se refiere a hiperactividad, a los niños que atienden estímulos equitativamente pero les cuesta diferenciar lo importante de lo que no lo es, ocasionando la reacción ante todos los estímulos pero no eficazmente y es por eso la  relación  con la impulsividad por la baja tolerancia a la frustración que tienen los niños de este grupo, por la  reacción de una manera agresiva cuando en alguna actividad no tienen los resultados que esperaban.
 3.- Subtipo combinado (cuando están presentes los 3 tipos de síntomas) del 50-75% de los casos. Es más probable que los niños del tipo combinado de TDAH sean asignados a salones de clases para niños con alteraciones emocionales, ser expulsados de la escuela y ser remitidos a tratamiento psicológico, porque son más agresivos y tienen mayor probabilidad de tener dificultades con las figuras de autoridad y de ser rechazados por sus compañeros.
Para el DSM IV TR la característica esencial del TDAH es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad e impulsividad, que es más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar; por lo menos algunos de los síntomas deben haber estado presentes desde antes de los 7 años de edad, deben haberse prolongado durante al menos 6 meses, y que causen un deterioro significativo del funcionamiento en al menos 2 áreas de la vida, por ejemplo, en el área escolar y familiar.



Existen criterios diagnósticos para identificar este tipo de trastorno, se debe cumplir con los criterios de 1) desatención o 2)  hiperactividad-impulsividad, si ambos criterios se cumplen, el diagnostico puede ser TDAH tipo combinado.

1)       Desatención:
A) No presta atención a los detalles, o comete errores por descuido en la escuela, en las tareas o en otras actividades
B) Tiene dificultad para mantener la atención en tareas o  actividades de juego
C)  No parece escuchar cuando se le habla directamente
D)  No sigue las instrucciones y no termina lo que empieza
E)  Tiene dificultad para organizar actividades y tareas
F)   Evita o se rehúsa a participar en tareas que requieran un esfuerzo mental prolongado
G)  Pierde cosas que son necesarias para las tareas y las actividades
H)  Se distrae con facilidad por otros estímulos

I) Es descuidado en las actividades diarias

2) Hiperactividad-impulsividad
Síntomas de hiperactividad:
A)  Mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento
B) Abandona el asiento en situaciones en las que se espera que permanezca sentado
C) Da vueltas o se mueve excesivamente en situaciones inapropiadas, o, si es un adulto, tiene fuertes sentimientos de inquietud
D) Encuentra difícil jugar o realizar otras actividades de placer con tranquilidad
E) Está en marcha” o parece tener un motor
F) Habla en exceso
Síntomas de impulsividad:
G) Balbucea respuestas antes de que se termine la pregunta
H) Tiene dificultad para esperar su turno
I) Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros.

Además de cumplir los criterios de desatención o hiperactividad-impulsividad y de ocasionar un deterioro en dos o más contextos, los síntomas no deben ser de otros trastornos: de la personalidad, del estado de ánimo, retraso mental o autismo. (DSM-IV-TR, 2001).
El TDAH se diagnostica con mayor frecuencia durante los primeros años de escuela, lo cual se debe a dos razones: la primera, es que es normalmente difícil establecer un diagnóstico positivo del TDAH antes de que el niño tenga cuatro o cinco años debido a que algunas conductas normales durante esta etapa de desarrollo parecen ser similares a los criterios DSM-IV-TR. En segundo lugar, es que la situación escolar impone a los niños demandas que pueden no haber estado presentes en sus ambientes anteriores, por ejemplo, con frecuencia se espera que los niños en la escuela estén sentados tranquilamente, para concretar tareas que desafían su intelecto, y prestar atención mientras el maestro les da instrucciones o les explica nuevos conceptos.
El TDAH produce dos consecuencias importantes en los niños: dificultades en las capacidades tanto sociales como académicas, en un ambiente escolar, este problema va unido a la distracción y a la falta de organización en las tareas escolares y en lo social, pueden experimentar algunos obstáculos sociales debido a que no son bien aceptados, tanto por sus compañeros como por sus maestros.
Bernier y Siegel, (1994) opinan que los padres de niños con este trastorno muchas veces experimentan dificultades matrimoniales, altos niveles de estrés e interacciones padre-hijo conflictivas, porque a consecuencia de estas dificultades experimentan baja autoestima por la influencia de comentarios negativos de familiares o amigos, causándoles desconfianza en sus habilidades como padres.
De acuerdo con Barkley (2002) y Nigg (2001) la combinación de desatención, impulsividad e hiperactividad contribuye a la incapacidad del niño con TDAH a comportarse de manera satisfactoria en diferentes situaciones, y las áreas características de los niños que padecen este trastorno son:
                                 *         Inhibición conductual: Dificultad para inhibir respuestas e interrumpir actividades mientras se realizan.
                                 *         2. Memoria de trabajo: Dificultad para retener los acontecimientos en la mente, anticipar problemas e imitar secuencias complejas de conducta.
                                 *         3. Autorregulación: Dificultad para controlar sentimientos e impulsos, y ver las situaciones con cierta idea de sus antecedentes y consecuencias.
                                 *         4. Orientación al logro: Dificultad para formular metas y mantenerlas en mente.
                                 *         5. Respuesta a la retroalimentación: Dificultad para atender la retroalimentación proveniente del ambiente, y para utilizar esa retroalimentación para planear la conducta futura.
Actualmente se desconocen las causas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, aunque diversos autores concluyen que el  TDAH es probablemente el resultado de un conjunto complejo de factores que incluyen la herencia genética, el ambiente y el funcionamiento de varias regiones cerebrales. (Faraone y Biederman, 1994; Lewis, 2002)
Los resultados de diversos estudios sugieren que las anormalidades en los lóbulos frontales pueden ser importantes en el TDAH. (Lewis, 2002);  Además, los niños con TDAH muestran una actividad inusual en una parte del cerebelo asociada con la actividad motora (Anderson y cols., 2002) y esto podría explicar la inquietud en la conducta de los niños con TDAH. Los niños con familiares que padecen este tipo de trastorno, tienen más probabilidades de padecerlo que otros niños que no tienen familiares con esta enfermedad.
Existen tratamientos para controlar este trastorno, los estimulantes y la capacitación  conductual son las terapias más adecuadas para ayudar a niños con TDAH, el tratamiento que con más frecuencia se utiliza es el uso de medicamentos estimulantes que afectan el sistema nervioso central, tales como la metilfenidata , dextroanfetamina y pemolina; y una gran cantidad de estudios demuestra que, a corto plazo, los medicamentos estimulantes tienen efectos positivos.
La capacitación conductual es un tratamiento importante en niños con este trastorno, se demostró en un estudio (MTA Cooperative Group, 1999a, 1999b) que muchos niños que recibieron tratamiento conductual requirieron de dosis menores de medicamentos que quienes no recibieron tratamiento conductual.
Conclusión
Varios autores concluyen que el TDAH es el diagnóstico más frecuente en la infancia y que implica dificultades en el aprendizaje escolar  de los niños, y en mi opinión es que las escuelas deben actualizar a los docentes sobre este tipo de trastorno para que puedan identificar y apoyar a niños que lo padecen, ya que hoy en día es una desafío escolar y familiar, en donde la familia tiene una tarea compleja al educar a un niño con TDAH, viviendo con mayor estrés y algunos casos con depresión y ansiedad; y lo más común, problemas matrimoniales.
Y en las escuelas existe el rechazo por parte de compañeros y docentes por el tipo de comportamiento que tienen los niños con TDAH, por eso opino que deben actualizarse a los docentes sobre este tipo de trastorno y así ellos mismos fomentar el respeto hacia niños que lo padecen y a sus familiares, porque con tratamiento estimulante y capacitación conductual, el trastorno puede controlarse y así el niño puede tener una vida normal como los demás y éxito escolar.
           





 Pregunta:

¿cuales son los tipos de tratamientos para el TDAH?

4 comentarios:

  1. Hay varios tratamientos pero el mas utilizado son los medicamentos estimulantes que afectan el sistema nervioso central, tales como la metilfenidata , dextroanfetamina y pemolina, también están los estimulantes y la capacitacion conductual

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  2. Existen varios tratamientos para controlar este trastorno, los estimulantes y la capacitación conductual son las terapias más adecuadas para ayudar a niños con TDAH, el tratamiento que se utiliza con más frecuencia es el uso de medicamentos estimulantes La capacitación conductual es un tratamiento importante en niños con este trastorno.

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