Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad
La
primera definición del TDAH la realizó G. Still , en 1902, quien describió a 43
niños que presentaban graves problemas en la atención sostenida y en la
autorregulación, a los que atribuía un problema en el control moral de la
conducta.
Posteriormente en 1968, el Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, conocido por sus siglas
en inglés como DSM-II lo incluyó como reacción hipercinética en la infancia y,
años después, el DSMIII (1980) utilizó el término trastorno de déficit de atención
hasta llegar al DSM-IV TR(2001) como trastorno por déficit de atención con
hiperactividad.
El TDAH es un trastorno de inicio en
la infancia que comprende un patrón persistente de conductas de desatención,
hiperactividad e impulsividad. Se considera que el trastorno está presente
cuando estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que es
habitual según la edad y el desarrollo de la persona, y tales manifestaciones
interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar o laboral, y en sus
actividades cotidianas (DSM-IV-TR, 2001)
Las repercusiones potenciales sobre
el desarrollo personal y familiar del niño hacen que sea uno de los trastornos
más investigados en los últimos años y es por ello la importancia de saber identificar este tipo de trastorno
y conocer las consecuencias que implica.
Revisión de lecturas
Por su parte la guía de tratamiento para padres elaborado por
American Academy of Child and
Adolescent, menciona que el TDAH puede inferir con el rendimiento del niño en
la escuela y la capacidad de desarrollar y mantener relaciones sociales, porque
considera al TDAH como una enfermedad neuroconductual que se caracteriza por
una inquietud excesiva, falta de
atención, distracción e impulsividad, y que por lo general, se detecta por primera vez cuando los
niños están en edad escolar, aunque
también puede diagnosticarse en personas de todas las edades.
Es
normal que muchos niños presenten altos niveles de actividad y les cueste
prestar atención durante periodos
prolongados, pero los que padecen de TDAH, presentan hiperactividad y falta de atención
excesivas que interfieren en su comportamiento cotidiano.
La
mayoría de los casos de TDAH se diagnostican durante los primeros años
escolares y los niños a quienes se les diagnostica presentan síntomas que
afectan su capacidad de comportarse como
otros niños de la misma edad; esos síntomas deben durar al menos 6 meses para
que se pueda diagnosticar el TDAH.
Hay
tres subtipos de TDAH: el que está relacionado principalmente con la falta
de atención, el que está relacionado
principalmente con la hiperactividad/impulsividad y el que está relacionado con síntomas de
ambos (llamado subtipo combinado).
El
Instituto Nacional de Salud Mental, llevó a cabo el estudio más profundo que se realizó para
evaluar los tratamientos del TDAH y en ese estudio mostraron que el
metilfenidato (un medicamento estimulante ampliamente usado para el tratamiento
del TDAH) es efectivo para el tratamiento de los síntomas del TDAH, ya sea solo
o en combinación con la terapia conductual; la investigación de esos estudios
demuestra que, para la mayoría de los jóvenes que padecen TDAH, los
medicamentos reducen drásticamente la hiperactividad, mejoran la atención y
aumentan la capacidad para relacionarse con los demás.
Basándose
en el DSM-IV, la pediatra Inés Hidalgo
considera al TDAH como un importante
problema de salud pública debido a varias razones: su alta prevalencia, el
inicio en etapas precoces de la infancia, a ser un proceso incapacitante y
crónico, a la afectación de las diferentes esferas comportamentales (familiar,
escolar y social), y a su alta comorbilidad, por lo que sugiere que siempre
deben investigarse otras patologías asociadas que conllevan un gran riesgo para
el futuro del niño, como son trastornos del aprendizaje, problemas de conducta
o trastornos emocionales y aunque la causa no está completamente aclarada,
parece evidente que se trata de un trastorno multifactorial con una base
neurobiológica y predisposición genética que interactúa con factores
ambientales.
El
DSM-IV (Manual de Diagnóstico Estadístico de Enfermedades Mentales de la
Asociación Americana de Psiquiatría), describe 3 subtipos según los síntomas
que estén presentes:
1.- Subtipo con predominio inatento (cuando sólo
hay inatención) entre el 20-30% de los casos. Los niños de esté grupo tienen problemas para enfocar su
atención, muestran una conducta social de mayor aislamiento y pueden presentar
síntomas de depresión y ansiedad al tener
problemas no solo en el aprendizaje sino también en cumplir con tareas
dentro y fuera de la escuela por no atender las instrucciones que se les
indica.
2.-
Subtipo con predominio hiperactivo-impulsivo (cuando sólo hay hiperactividad e
impulsividad) del 10-15%, en este sentido se refiere a hiperactividad, a los
niños que atienden estímulos equitativamente pero les cuesta diferenciar lo
importante de lo que no lo es, ocasionando la reacción ante todos los estímulos
pero no eficazmente y es por eso la relación
con la impulsividad por la baja
tolerancia a la frustración que tienen los niños de este grupo, por la reacción de una manera agresiva cuando en
alguna actividad no tienen los resultados que esperaban.
3.- Subtipo combinado (cuando están presentes
los 3 tipos de síntomas) del 50-75% de los casos. Es más probable que los niños
del tipo combinado de TDAH sean asignados a salones de clases para niños con
alteraciones emocionales, ser expulsados de la escuela y ser remitidos a
tratamiento psicológico, porque son más agresivos y tienen mayor probabilidad
de tener dificultades con las figuras de autoridad y de ser rechazados por sus
compañeros.
Para
el DSM IV TR la característica esencial del TDAH es un patrón persistente de
desatención y/o hiperactividad e impulsividad, que es más frecuente y grave que
el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar; por lo
menos algunos de los síntomas deben haber estado presentes desde antes de los 7
años de edad, deben haberse prolongado durante al menos 6 meses, y que causen un
deterioro significativo del funcionamiento en al menos 2 áreas de la vida, por
ejemplo, en el área escolar y familiar.
Existen criterios
diagnósticos para identificar este tipo de trastorno, se debe cumplir con los
criterios de 1) desatención o 2)
hiperactividad-impulsividad, si ambos criterios se cumplen, el
diagnostico puede ser TDAH tipo combinado.
1) Desatención:
A) No presta
atención a los detalles, o comete errores por descuido en la escuela, en las
tareas o en otras actividades
B) Tiene dificultad
para mantener la atención en tareas o
actividades de juego
C) No parece escuchar cuando se le habla
directamente
D) No sigue las instrucciones y no termina lo
que empieza
E) Tiene dificultad para organizar actividades y
tareas
F) Evita o se rehúsa a participar en tareas que
requieran un esfuerzo mental prolongado
G) Pierde cosas que son necesarias para las
tareas y las actividades
H) Se distrae con facilidad por otros estímulos
I) Es descuidado en
las actividades diarias
2)
Hiperactividad-impulsividad
Síntomas de
hiperactividad:
A) Mueve en exceso manos o pies, o se remueve en
su asiento
B) Abandona el
asiento en situaciones en las que se espera que permanezca sentado
C) Da vueltas o se
mueve excesivamente en situaciones inapropiadas, o, si es un adulto, tiene
fuertes sentimientos de inquietud
D) Encuentra
difícil jugar o realizar otras actividades de placer con tranquilidad
E) Está en marcha”
o parece tener un motor
F) Habla en exceso
Síntomas de
impulsividad:
G) Balbucea
respuestas antes de que se termine la pregunta
H) Tiene dificultad
para esperar su turno
I) Interrumpe o se
inmiscuye en las actividades de otros.
Además de cumplir los
criterios de desatención o hiperactividad-impulsividad y de ocasionar un
deterioro en dos o más contextos, los síntomas no deben ser de otros
trastornos: de la personalidad, del estado de ánimo, retraso mental o autismo.
(DSM-IV-TR, 2001).
El
TDAH se diagnostica con mayor frecuencia durante los primeros años de escuela,
lo cual se debe a dos razones: la primera, es que es normalmente difícil
establecer un diagnóstico positivo del TDAH antes de que el niño tenga cuatro o
cinco años debido a que algunas conductas normales durante esta etapa de
desarrollo parecen ser similares a los criterios DSM-IV-TR. En segundo lugar, es
que la situación escolar impone a los niños demandas que pueden no haber estado
presentes en sus ambientes anteriores, por ejemplo, con frecuencia se espera
que los niños en la escuela estén sentados tranquilamente, para concretar
tareas que desafían su intelecto, y prestar atención mientras el maestro les da
instrucciones o les explica nuevos conceptos.
El
TDAH produce dos consecuencias importantes en los niños: dificultades en las
capacidades tanto sociales como académicas, en un ambiente escolar, este
problema va unido a la distracción y a la falta de organización en las tareas
escolares y en lo social, pueden experimentar algunos obstáculos sociales
debido a que no son bien aceptados, tanto por sus compañeros como por sus
maestros.
Bernier
y Siegel, (1994) opinan que los padres de niños con este trastorno muchas veces
experimentan dificultades matrimoniales, altos niveles de estrés e interacciones
padre-hijo conflictivas, porque a consecuencia de estas dificultades
experimentan baja autoestima por la influencia de comentarios negativos de
familiares o amigos, causándoles desconfianza en sus habilidades como padres.
De
acuerdo con Barkley (2002) y Nigg (2001) la combinación de desatención,
impulsividad e hiperactividad contribuye a la incapacidad del niño con TDAH a
comportarse de manera satisfactoria en diferentes situaciones, y las áreas
características de los niños que padecen este trastorno son:
Inhibición conductual: Dificultad para inhibir
respuestas e interrumpir actividades mientras se realizan.
2. Memoria de trabajo: Dificultad para retener
los acontecimientos en la mente, anticipar problemas e imitar secuencias
complejas de conducta.
3. Autorregulación: Dificultad para controlar
sentimientos e impulsos, y ver las situaciones con cierta idea de sus
antecedentes y consecuencias.
4. Orientación al logro: Dificultad para
formular metas y mantenerlas en mente.
5. Respuesta a la retroalimentación:
Dificultad para atender la retroalimentación proveniente del ambiente, y para
utilizar esa retroalimentación para planear la conducta futura.
Actualmente
se desconocen las causas del trastorno por déficit de atención con
hiperactividad, aunque diversos autores concluyen que el TDAH es probablemente el resultado de un
conjunto complejo de factores que incluyen la herencia genética, el ambiente y
el funcionamiento de varias regiones cerebrales. (Faraone y Biederman, 1994;
Lewis, 2002)
Los
resultados de diversos estudios sugieren que las anormalidades en los lóbulos
frontales pueden ser importantes en el TDAH. (Lewis, 2002); Además, los niños con TDAH muestran una
actividad inusual en una parte del cerebelo asociada con la actividad motora
(Anderson y cols., 2002) y esto podría explicar la inquietud en la conducta de
los niños con TDAH. Los niños con familiares que padecen este tipo de
trastorno, tienen más probabilidades de padecerlo que otros niños que no tienen
familiares con esta enfermedad.
Existen
tratamientos para controlar este trastorno, los estimulantes y la
capacitación conductual son las terapias
más adecuadas para ayudar a niños con TDAH, el tratamiento que con más
frecuencia se utiliza es el uso de medicamentos estimulantes que afectan el
sistema nervioso central, tales como la metilfenidata , dextroanfetamina y
pemolina; y una gran cantidad de estudios demuestra que, a corto plazo, los
medicamentos estimulantes tienen efectos positivos.
La
capacitación conductual es un tratamiento importante en niños con este
trastorno, se demostró en un estudio (MTA Cooperative Group, 1999a, 1999b) que
muchos niños que recibieron tratamiento conductual requirieron de dosis menores
de medicamentos que quienes no recibieron tratamiento conductual.
Conclusión
Varios
autores concluyen que el TDAH es el diagnóstico más frecuente en la infancia y
que implica dificultades en el aprendizaje escolar de los niños, y en mi opinión es que las
escuelas deben actualizar a los docentes sobre este tipo de trastorno para que
puedan identificar y apoyar a niños que lo padecen, ya que hoy en día es una desafío
escolar y familiar, en donde la familia tiene una tarea compleja al educar a un
niño con TDAH, viviendo con mayor estrés y algunos casos con depresión y
ansiedad; y lo más común, problemas matrimoniales.
Y
en las escuelas existe el rechazo por parte de compañeros y docentes por el
tipo de comportamiento que tienen los niños con TDAH, por eso opino que deben
actualizarse a los docentes sobre este tipo de trastorno y así ellos mismos
fomentar el respeto hacia niños que lo padecen y a sus familiares, porque con
tratamiento estimulante y capacitación conductual, el trastorno puede
controlarse y así el niño puede tener una vida normal como los demás y éxito
escolar.
Pregunta:
¿cuales son los tipos de tratamientos para el TDAH?